Hoy hago visible a aquella cuya sola presencia invoca al vacío
cuyo llanto evoca el clamor que arrastra en su pesada consciencia la muerte.
Pienso en tí, siento tu cercanía
y tengo que soportar toda esta vastedad de muertos repleta
Se talla en mi piel la desolación de tus días idos y de los que vendrán
Mi dulce hermana, cuando te hago visible
provocas en mí la capacidad de hacerme daño
de arrastrarme hasta el fondo de tu tiempo de ceniza
que el más tímido soplido desmorona.
lunes, 31 de diciembre de 2007
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