El inmenso horizonte se hace aún más ancho al percibirlo sin distancias, sin límites.
Este horizonte es inhabitable.
Describen mis palabras todo aquello a lo que nuestra voz no alcanza.
Es el miedo, el miedo a andar y detenerse, a quedarse de pronto suspendido en el vacío. El miedo que dibuja nuestros eternos silencios.
Más siempre existe la pregunta por lo que habita en el limbo. Por satisfacerla persisto.
Este horizonte es inhabitable.
Describen mis palabras todo aquello a lo que nuestra voz no alcanza.
Es el miedo, el miedo a andar y detenerse, a quedarse de pronto suspendido en el vacío. El miedo que dibuja nuestros eternos silencios.
Más siempre existe la pregunta por lo que habita en el limbo. Por satisfacerla persisto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario